Muchas personas tienen miedo de hablar por temor a equivocarse u ofender a los demás. Sin embargo, hablar es una forma de ser escuchado y tener una voz. Esto se debe a que alzar la voz nos permite compartir nuestras opiniones y opinar sobre cómo funcionan las cosas. Cuando podemos hablar libremente, podemos mejorarnos a nosotros mismos y al mundo que nos rodea.
Esto nos ayuda a comprender mejor las situaciones, construir relaciones y generar cambios. También somos capaces de influir en los demás cuando hablamos en el trabajo o en entornos sociales. Poder expresarnos ayuda a hacer del mundo un lugar mejor. Hablar también nos ayuda a construir relaciones con los demás. Esto puede ayudarnos a tener más confianza y abrirnos a nuevas ideas y oportunidades. También puede llevarnos a ganar nuevos amigos y aliados que pueden ayudarnos a promover nuestras causas. Al hacerlo, podemos impactar positivamente en las vidas de los que nos rodean, lo que nos hace sentir bien con nosotros mismos.
Ser capaz de expresar opiniones empodera a las personas y ayuda a crear un cambio en el mundo. Podemos usar nuestra voz para generar conciencia sobre los problemas que deben abordarse y abogar por el cambio cuando sea necesario. Esto ayuda a mejorar la vida de muchas personas y hacer del mundo un lugar mejor. También inspira a otros a hacer lo mismo y unirse a nuestra causa. Cuando las personas hablan, las cosas mejoran rápidamente a medida que reciben más atención de la que recibirían de otra manera.
Hablar es una forma de tener una voz que se pueda escuchar, lo que nos ayuda a comunicar cómo nos sentimos realmente, construir relaciones y crear cambios en el mundo. Ser capaz de hablar libremente nos ayuda a mejorarnos a nosotros mismos, a los demás y a crear un cambio en el mundo. Siempre debemos estar dispuestos a hablar, incluso si tememos equivocarnos u ofender a los demás. Es importante que escuchemos las opiniones de los demás para que podamos crear un mundo mejor para el futuro de todos.-
Jessica Aspenbach